miércoles, 1 de diciembre de 2010

Velos

Velos de nostalgia, de dócil espuma
acarician otra vez mi alma cansada,
desnudando entre negras brumas
la fría y amarga imagen perpetuada,
en un corazón quebrado por la duda.

Velos de recuerdos, de ilusiones pasadas,
cuando creerte mía se torno espejismo
quedando mis manos llenas de nada
ante el sonido sumido en el abismo,
de una eterna canción desesperada.

Velos cargados de egoísmo,
pues guardan tu mirada en ellos,
fraguándose en propio anacronismo
que inventa opacos tus destellos
y hace de mi soledad… uno mismo.


Velos de recio desconsuelo,
quiebran la tenacidad de mi empeño
por acariciar de nuevo tu cabello,
por tenerte para no sentirme pequeño
y poder compartir otra vez tu cielo.

Velos que trazan el camino de tus sueños,
donde se ocultan tímidas hadas,
creando un limbo sin señor ni dueño,
en el cual las risas fueron abandonadas
a una cruda tristeza carente de desdeño.

Joseán, diciembre 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

El duelo.

Recuerdo aquel duelo,
tenía solo ocho años
cuando un vil golpe
rompió su frágil cuello,
ahora postrado en su lecho
parecía reír en silencio,
pero no le dejaban
pues un enorme pañuelo,
amarraba su boca
con firme desasosiego.

Grandes ventiladores
enjuagaban la alcoba,
haciendo balancear
una lámpara que en el techo,
formaba con su luz sobras
que recorrían paredes y suelo.

A los pies de la cama
varias mujeres de negro,
con llantos rezaban
entre murmullos y lamentos,
la que tenía un rosario
tapaba su cara con un velo
y la madre del difunto
entre gritos y gemidos
se arrancaba el cabello,
maldiciendo el momento,
rendida por el desespero.

En la entrada de la estancia
un ataúd oscuro como el cuero,
esperaba ser su morada
para hacerlo eterno,
sobre el un brillante crucifijo
parecía desprender estrellas,
que forjadas en el vaivén
de la lámpara del techo,
rebotaban en sus esquinas
formando con su plata
esos destellos.

Y fue al despuntar el alba
que a hombros
cargaron el féretro,
hasta llegar a una iglesia
donde adornaron
su pálida cara,
con la tibia luz
de velones de muerto.

Un Sacerdote ofició la misa,
todos estaban en silencio,
tras el último rezo
volvieron a cargar el féretro
y entre campanas de difuntos
llegaron al campo santo,
otra vez con llantos y lamentos.

El sepulturero abrió un nicho
y allí lo introdujeron,
tras una fina capa de yeso
pudieron taparlo luego,
dejándolo solo
encerrado, eterno,
desamparado en silencio.



Pobrecitos los muertos,
Que solo quedo mi amigo,
Que triste su recuerdo.


Joseán, septiembre 2010.

lunes, 23 de agosto de 2010

El mendigo.

Hoy lo vi pasar
empujando un carrito
lleno de miserias y nada mas…

Caminaba sin mirar
acompañado del desasosiego
y abrazado por el abandono,
únicos amigos de su cruel realidad.

El sol cauterizaba su piel
con estigmas de soledad,
escribiendo en su faz marcada,
surcos que parecen exhalar
letras de pena y angustia
que si te fijas puedes descifrar.

Ellas te cuentan desdichas
de muchos años vividos,
de cuanto se dejo atrás,
familia, tal vez hijos,
puede que un amor,
ese amor que seguro…
ya no le ha de esperar.

Ahora ya nadie le mira
hoy es menos que animal,
dejo de ser quien,
para ser menos que igual,
es ínfimo hasta para si mismo,
un vivo sin vida para la sociedad,
desarraigado de todo,
Rey de la nada y
para la desdicha Majestad.

Con una voz temblorosa
sus labios comenzaron a balbucear
y alargando una huesuda mano
con tremula voz finalmente pudo hablar;

“Una ayuda por favor”

Tome esta moneda señor
Espero le pueda ayudar.

“Dios se lo pague amigo”

Y Dios me pago al pensar;

¿Quien somos, si no posibles mendigos?
¿Quien es menos o mas?
¿Quien esta libre del olvido?
¿Quien puede escapar de la soledad?



La moraleja la puede poner cada cual..

Joseán, agosto 2010.

lunes, 14 de junio de 2010

Persuádeme.

Persuádeme en caricias … ,
con las percepciones furtivas
guardadas en tu picara mirada,
que repleta de misterios clandestinos
vela los secretos ocultos de tu alma.

Inúndame de tu cuerpo y de su calor
para dame el brillo de tu atisbo,
en la proporción de el abrazo
de esta alabanza que te doy en pago.

Por nombrarte dueña de mi amor,
por que la dilección de tu existencia
es la luz del candil de mi morada,
que desea guardar el tesoro de tu verdad.

Esa… que siempre parece que escondes,
preñada en la acaudalada levedad calmada
de la susceptible certeza insatisfecha,
que cela la insaciable frivolidad de tus ojos.

Pero… te siento en la esencia
de mi corazón y tu quietud,
tan solo como una ilusión ilusionada….

“Habría de faltarme el aliento”

Y aun siendo parco en refranes,
no sabría expresarte uno
para trazar una senda en tu vida,
que consolide fuerte la mía.

Y pienso que si no existe lugar,
en esta tierra para tapar el frío
de estas, mis largas noches,
quería saber que hacer
para curar este tiempo.

Pues pasando no pasa si no cansa..
en un deslizar malvado,
que duele tan fuerte como el final
y que por no ser virtud ni pecado,
sabe a la melancolía de la realidad.

Josean, junio de 2010.

Mi abuelo Antonio.

En esta sosegada tarde de calma
aflora en mi un espejo de nostalgias,
que invade los reflejos de mis recuerdos
y determina escapar hacía ti mi alma.

¿Dónde estas abuelito?, ven a la vera mía,
tráeme la niñez de aquellos momentos,
llévame contigo hacía esos aromas de familia
en los que tu elenco forjó mis sentimientos.

Te recuerdo siempre, equinoccio del alma mía,
génesis de mi ser, viejito de arrugas marcadas
junto a mi madre… grabaste mi esencia
al ser todo en mi tierra y la cima de mi montaña.

Por viejo que yo llegara, jamás te olvidaría,
ganaste lo mejor de mi infancia
y aunque ahora… tornas en melancolía,
tengo un recuerdo feliz con el que agotar mi vida.

Fuiste de mi niñez maestro de ilusiones y alegrías,
nunca olvidare cuando de tu mano me llevabas
Y nacía la tarde, suave, fresca, Ciezana,
donde el sol se escondía entre rojizas nubes tempranas

Y a través de prontuarios de brillos
se bañaban los campos
de primavera y tierra escarchada,
plantada de huertos presuntuosos
donde nacían esas historias que me contabas
Y que me hacían ser héroe
de esas aventuras y batallas

Campos de Presumidas hojas,
de nobles árboles engreídos por sus flores
que daban cobijo a las hadas
entre esos altaneros almendros,
donde de verde sus finas ropas aliñaban
con la sabía de parras de uvas preñadas.


“Mira abuelito la acequia trae agua
dame de beber de tus maños…
es tan cristalina y fresca
que quiero probarla.”

“No tardare, ya se que..
la tarde nos alcanza.”


Joseán, junio de 2010.

miércoles, 7 de abril de 2010

Quiero ser.

Quiero ser bruma de río
formada con brillos de escarcha,
lucir orgulloso el rocío
que adorne tus ventanas.

Ser el viento que con su suspiro
te aliente cada mañana,
constituir el invisible aire del camino
que forja tus sueños en la madrugada.

Bordear con soplos las esquinas
que constituyen tu morada,
para llamar a tu puerta
con nudillos de plata.

Y dar fino peine a tu techo
y música a tus ventanas,
acompañarte en tu silencio
y jamás… pedirte nada.

Joseán, abril 2010.

Acaricia mi noche.


Acaricia mi noche
con el brillo de tus cabellos,
dale a mi ilusión el oro perdido
de mis mas oscuros deseos.

Prensa mi alma dormida
exprimiendo de su esencia
el jugo de su jadeo,
proporciona risa a la luz
para transformar el aire envenenado,
en azúcar de aliento.

Suspira ante el amor hundido
por nuestro deseo incierto,
e intenta ser fiel a sus notas
pues suenan con la energía
que emana de la savia de mi cuerpo.

Úngeme en el jardín
de lo sutiles aromas
de rosas y envidiosos eneldos,
que ampulosos admiran
el cristalino rocío
que se baña en sus pétalos,
diseñando formas enraizadas
en un cielo abierto
donde puertas de misterio,
acogen el algodón
del que se encuentran prendidos,
los clavos de mis sentimientos.

Joseán, abril 2010.

martes, 23 de marzo de 2010

Amigo poeta.

Tengo un amigo poeta, de mi alma compañero,
que sin haber atracado en mis ojos la mirada suya,
ni escuchado de mi boca el lamento de la duda,
ante las letras de mi pluma, me ofrece apoyo sincero.

Amigo que cierra con letras las heridas de mi desespero,
inundando las lagunas de mi tierra con un agua pura
nacida en un alambique que destila del alma su ternura,
dando sentido a la vida y destierro al temido desasosiego.

La voz de mi poeta esta viva en la razón de mi agradecer
y ni los balcones oscuros podrán con su sombra enmudecer
la amistad con la que mi alma se ha soldado a su persona.

Querido poeta espero aceptes mi sincera y blanca alabanza,
pues nace del sentimiento fraguado en la firme templaza,
del forjado de mi corazón que abierto al tuyo se asoma.


Joseán, marzo 2010.

A mi amigo Anbairo.


martes, 9 de marzo de 2010

Nada

Cae fría la purpúrea tarde
ante el resquicio de mi ventana ,
donde contemplo esa pizca de luz
que acontece a la madrugada.

Y escucho el sonido de las aves,
mezclado con vientos que no dicen nada,
por que acarician el atardecer
con una tenue sonoridad apagada.

Conjugando con el sentir de mi teclado,
el martilleo que provoca mi mesa cansada,
al repique de letras que suenan adheridas
a un fondo que ya no sujeta nada.

Pero sigo escribiendo con desden ante esa mirada,
que entre aromas de una sonoridad anonadada,
se esfuerza por ver lo que ya no esta tras mi ventana.

Ventana de desánimo que me hace continuar…
gastando esfuerzos para no sentir nada…..
ante esas brumas que semejan ser imágenes vagas.

Ahogadas en la realidad cansada e incipiente,
que esconden los muros de mi alma cansada
y si pasa algo, no veo que pase nada ,
y si sigo pensando que escribir…..

termino no escribiendo nada.

Joseán, marzo de 2010.

domingo, 7 de marzo de 2010

Llora el cielo.

Llora el cielo otra vez mujer,
con llantos enredados por un amor
que ante el frió dolor resentido
de tu huida, ciñen el limbo nublado
en los callados muros escarlatas,
de su quebradizo egregio, ahora dominado.

Por que el cielo esta sujeto al broche
de la negrura de una barrera,
donde brama en llanto por saber
el daño que al amanecer le espera
y el desaliento que le vencerá en la noche,

Y como un niño enojado, suspira y gime,
se revela y lanza nieve, granizo y truena
clama al infinito, ruega y se maldice,
por ser tu… quien le hace morir en la espera,

Entonces, envía nubes retorcidas
en la ingenua quimera impaciente,
del apetito genésico de la primavera,
que envuelve de una rebelde inquietud
la plenitud de aquellos recuerdos,
fraguados en el anhelo de poderte contemplar.

Y al no ser, vuelve y le duele por negado,
haciendo del sueño cierto,
el incierto padecer infrahumano,
por el que nunca de amor lloró así el cielo,
por el que jamás fue juzgado.

Pero el cielo atado a las implacables tardes
que marcan el forjado de tu ausencia,
retorna a la ingenuidad de quererte encontrar
y alzado se sobrecoge para intentar dominar la tierra.

Pero no te descubre y retorna a su locura,
y al no ser capaz de hallarte,
sufre sin saber el lugar que ahora ocupas.

Mas terco y ciego en su negación
insiste en revolver las marcas
del espacio que antes
llenaban el brillo de tu mirada
y tanto así sigue,
que caída la tarde y entrada la noche,
son las estrellas las que entonces
le relevan en su dolor,
pero ellas tampoco te saben encontrar.

Ya no te pueden admirar,
tu presencia les fue robada,
que pesar de amor… que pesar,
son tan ingenuos
esos mal llamados astros poderosos,

No admiten que te has ido, que ya no estas,
que es la tierra quien oculta tus labios de miel,
pues fue ella quien les arrebato su lugar,
la única que en su egoísmo disfruta de tu belleza,
para poder acariciar con sus granos de arena,
la lividez que ahora envuelve la seda de tu piel.

Esa es la tierra a la que llaman madre….
Tierra que debería ser aclamada celosa,
egoísta y de una fingida falsa ufanía.
pues tapa su crueldad poderosa,
con los bellos paisajes que la conforman.

Por que lo que la naturaleza da por bello,
la tierra en sus entrañas lo termina por ocultar,
lo arrebata, lo asimila y esconde,
lo vela de las estrellas, del viento,
del sol y de las miradas del cielo.

Por eso llora desconsolado en su triste anhelo.

Por eso sus lágrimas nunca te podrán encontrar.


Joseán, marzo 2010.


domingo, 14 de febrero de 2010

Espérame madre.

Arrópame madre, quiero dormir,
entállame con tus brazos,
dame el suave calor de tu regazo
y la tranquilidad de la paz de tu sosiego.

Acógeme en el suave aroma de tu cuerpo,
en la serenidad de una voz colmada de arrullos,
que con sutiles cantos embriagan
los matices dorados de tu tierno amor.

Regálame los livianos pétalos
del roce de tus dedos,
por que…. madre querida,
con ellos, solo tu… tocas mi alma y su esencia.

Acompáñame en todos mis años,
eres Dios en mi existencia,
quien me ama, quien por mi se desvela,
la que me da su entrega y siempre tendrá la mía.

Perdóname si en mi ignorancia me excedo,
mas se que no lo hago, cuando te llamo Ángel de Dios,
pues eres la divinidad que sosiega mis días,
redentora de mi fría savia, donde siempre hallo perdón.

Prodígame el fervor de tu abrazo,
el brillo de tu sonrisa compasiva ,
acarréame a esos campos de mi infancia,
donde, sin ti..., no podría hacerme mayor.

Espérame madre, para que tu vejez sea la mía,
quiero estar junto a ti eternamente
no decaigas amiga de mi alma,
necesito tenerte a mi lado por siempre.

Joseán, febrero 2010



Hoy mi madre cumplió 77 años, que Dios me permita tenerla muchos años mas.

sábado, 6 de febrero de 2010

La soledad.

La Soledad es un fuego frío,
un llanto sin lagrimas,
un campo sin río,
un amanecer sin mañana,
un camino sin destino.

Es como una veleta sin aire,
un amor sin compromiso,
es nacer sin madre,
tener un cielo sin ángeles,
y ser un loco conciso.

Es la soledad uno y nada,
es la soledad uno mismo,
es despertar dormido,
ver cerca el fin del abismo
y acabar cantando sin sonido.


Josean, febrero 2010.

domingo, 31 de enero de 2010

Indiferencia.

Retorno al ocaso de tu huida,
vuelas otra vez pisando mi orgullo,
pero no te preocupes te bendigo,
pues siempre supe que tu vida
a la mía solo daría castigo.

Yo fui quien diseño de mi savia su obra,
granjero de mi propia alma,
que por plantar dolor cosechó zozobra,
en el campo de un amor de espinas,
que penoso me entrego solo su inquina.

No abriré mi daño al resentimiento,
de nada vale guardar rencores,
si fue malentendido mi sentimiento,
solo destierro la razón propone
de tu falso amor y mi lamento.

Y auque Abril no es eterno,
el siempre regresa cada año,
le esperaré con el corazón enfermo
por que tal vez un afecto sincero,
de luz al camino del remedio de mi daño.

Viviré sin ti y sin tu recuerdo,
treparé los muros del olvido,
atraparé las nieves del invierno
para congelar este amor deslucido,
en la indiferencia de un rincón eterno.

Y enterrado quedará tu nombre
y olvidado para ti el mío,
no has de volver a buscarme,
pues solo encontrarás en mi...
indiferencia, relego y vació.

Nada debes...., vive en paz.


Joseán, enero de 2010.

sábado, 30 de enero de 2010

Pena de muerte. "poesía gótica".


Muros de piedra labrada
de perfiles grises de noche,
sellaban a cuchillo
la habitación y sus bordes.

Escarchando la arenisca
en el suelo remojado,
unas gotas de sangre
se arrullaban a su lado,
adornando con desprecio
el silencio de un pecado.

En un rincón, una rancia silla,
sobre ella un reo sin sudario,
ungido en olor de muerte,
manchado del estrago.

Y se veía en sus ojos el miedo
y estaban sus labios sellados,
ya no pedía misericordia al sayón,
pues un acre pavor le tenía dominado.

El collar de su cuello
de frió hierro oxidado,
traía como adorno
un gris tornillo calado,
con el que atravesar su nuca,
con el que sería … ejecutado.

Tras el, un hombre encorvado
de manos de garfio y olor descarado,
tapaba su cara con un sucio paño,
mientras un cura vestido de negro,
entre murmullos rezaba a su lado.

Fue entonces el momento insidioso,
cuando el verdugo cruel
tensando sus sarmentosas manos,
giro el husillo roscado
y un alarido escapo de la boca del condenado.

Era débil el sayón y no hubo apretado,
con la suficiente fuerza
para acometer su encargo
y fue una vuelta y otra
las que preciso el malvado.

De la garganta de aquel hombre
gritos entre espasmos brotaron,
bañando de sangre los desgarros
de aquel cuerpo maltratado.

Y fueron sonidos de mil chasquidos
los que en esos muros rebotaron,
para hacer llegar la muerte,
pues el vil acto… se había consumado.


Joseán, enero 2010.



A las 09,40 horas de la mañana del sábado 2 de marzo de 1974, Salvador Puig Antich, de 20 años, paso a formar parte de la historia, por ser el último ejecutado en España mediante garrote vil.

miércoles, 27 de enero de 2010

Delirio

La tristeza de la despedida,
hace fútil hasta la vida misma,
hace años que partiste,
dejando atrás todos tus amores,
fuiste viento sin ser nada,
templada en mármol de corazón fuerte,
llegaste a mi casa,
adornaste las piedras de mi morada,
con la mirada enredada de las flores,
en los níveos sueños de las hadas.

Mi niña amada, ahora que ya no estas,
hasta el viento llora en mi ventana
y esos dinteles que viven sellados,
entre lamentos se ven desesperados,
por el cristal de la calle que les separa,
que con fulgores oscuros como lanzas,
parecen desafiar la nada,
por no tener la luz de esas flores,
que ya no pueden guardar tu mirada.

Y así quedo… exiliado en el brillo de tus ojos,
en la profunda quietud de tu atisbo,
donde encuentro el silencio de un misterio
de frases sin nombre,
que me hablan sobre los rincones
apartados de esos caminos,
guiados por luces enmascaradas que se alzan
ante deseos que hacen verdades sin miedo,
de las razones ahogadas,
por la propia realidad de esa pretensión
que siendo cierta en su orfandad,
mantenía de amor mi necesidad colmada.

Joseán, enero 2010.

Para siempre.

Sobre el lienzo de mi corazón
un amor para ti he pintado,
con los colores de un aroma
de azúcar, besos y labios.

Y así llego hasta ti,
con este sentimiento claro,
conjugado en los deseos
de la primavera de tu encanto.

Donde inmarcesibles se hallan
sueños carentes de llanto,
en el acorde de una aurora
que hace rejuvenecer mis años.

Y siendo adecuado en el amor
de mi querer mas venerado,
no han de ser mentiras
las que broten de mis labios.

Para Susurrarte que te quiero,
que por siempre te he amado,
que eternamente te esperare
por mucho que pasen los años.

Pues somos almas gemelas
que siempre se han besado,
antes de ser carne ya se amaban
en aquel rincón del cielo apartado.

Donde se escondían de Dios,
por si era pecado
adorarse de esa forma
y quererse tanto.

Joseán, enero 2010.

jueves, 21 de enero de 2010

Carta a un amor perdido.

Mi querido amor:

Esta fría noche de invierno te trae nuevamente a mí,
Yo… ingenuo, vuelvo a sumergirme en el sueño
de tu recuerdo y escribo mirando por mi ventana,
donde veo como las copas de los pinos se inclinan
ante las caricias del viento, que con sus dedos invisibles
hace sonar cantos que siendo arrullos tenues de sonidos,
simulan ser escondidos y parecen decirme donde estas.

Pero…. es un canto de viento que ulula temperamental
y juzga reprochar mi comportamiento por insano,

¡Ahí de mi amada…!.,

Esos malditos enhiestos solo señalan mi fracaso

¡Ahí de mi amada!, pues para ti…

Yo ya no soy nada…. No supe emplearme y mate tu amor.

Merezco la pena doblada de esta noche,
que cargada del agridulce recuerdo
de un pensamiento dolido,
solo castigo me regala, por ser mi merecer.

Pero… déjame soñar… en la cumbre del pensamiento
dulce, de un añil florido, que guiado por una vereda
de helechos aromados, forman el recuerdo del suspiro
de tus labios, que los míos siempre anhelaron conquistar.

Mi amada, ya de inalcanzable caricia, ¿recuerdas?
Yo una vez y otra vez te ame e incluso te cante…
¿No te acuerdas?... “Si tu me dices ven….”,
¡Cuánto amor!.. de mi alma brotaba
cuando de esa torpe forma para ti cantaba.

Y que feliz te veía… que linda, que bella, princesa mía,
debes saber que siempre sin duda alguna
lo volvería a hacer y aunque se… que mi gracia sería ninguna,
volvería a cantarte no solo esta, si no mil mas una,
solo para poder conseguir hacer renacer aunque sea por una vez
ese brillo de amor que de tus ojos antaño sentí,
por que clavados en mi alma, dieron a mi vida de la vida su mejor razón.

Diosa de amor, necesidad de mi existir todo lo daría por ti... mujer.

¿Te acuerdas amada mía?, yo... si.


Joseán, enero de 2010.