domingo, 14 de febrero de 2010

Espérame madre.

Arrópame madre, quiero dormir,
entállame con tus brazos,
dame el suave calor de tu regazo
y la tranquilidad de la paz de tu sosiego.

Acógeme en el suave aroma de tu cuerpo,
en la serenidad de una voz colmada de arrullos,
que con sutiles cantos embriagan
los matices dorados de tu tierno amor.

Regálame los livianos pétalos
del roce de tus dedos,
por que…. madre querida,
con ellos, solo tu… tocas mi alma y su esencia.

Acompáñame en todos mis años,
eres Dios en mi existencia,
quien me ama, quien por mi se desvela,
la que me da su entrega y siempre tendrá la mía.

Perdóname si en mi ignorancia me excedo,
mas se que no lo hago, cuando te llamo Ángel de Dios,
pues eres la divinidad que sosiega mis días,
redentora de mi fría savia, donde siempre hallo perdón.

Prodígame el fervor de tu abrazo,
el brillo de tu sonrisa compasiva ,
acarréame a esos campos de mi infancia,
donde, sin ti..., no podría hacerme mayor.

Espérame madre, para que tu vejez sea la mía,
quiero estar junto a ti eternamente
no decaigas amiga de mi alma,
necesito tenerte a mi lado por siempre.

Joseán, febrero 2010



Hoy mi madre cumplió 77 años, que Dios me permita tenerla muchos años mas.

sábado, 6 de febrero de 2010

La soledad.

La Soledad es un fuego frío,
un llanto sin lagrimas,
un campo sin río,
un amanecer sin mañana,
un camino sin destino.

Es como una veleta sin aire,
un amor sin compromiso,
es nacer sin madre,
tener un cielo sin ángeles,
y ser un loco conciso.

Es la soledad uno y nada,
es la soledad uno mismo,
es despertar dormido,
ver cerca el fin del abismo
y acabar cantando sin sonido.


Josean, febrero 2010.