miércoles, 27 de enero de 2010

Delirio

La tristeza de la despedida,
hace fútil hasta la vida misma,
hace años que partiste,
dejando atrás todos tus amores,
fuiste viento sin ser nada,
templada en mármol de corazón fuerte,
llegaste a mi casa,
adornaste las piedras de mi morada,
con la mirada enredada de las flores,
en los níveos sueños de las hadas.

Mi niña amada, ahora que ya no estas,
hasta el viento llora en mi ventana
y esos dinteles que viven sellados,
entre lamentos se ven desesperados,
por el cristal de la calle que les separa,
que con fulgores oscuros como lanzas,
parecen desafiar la nada,
por no tener la luz de esas flores,
que ya no pueden guardar tu mirada.

Y así quedo… exiliado en el brillo de tus ojos,
en la profunda quietud de tu atisbo,
donde encuentro el silencio de un misterio
de frases sin nombre,
que me hablan sobre los rincones
apartados de esos caminos,
guiados por luces enmascaradas que se alzan
ante deseos que hacen verdades sin miedo,
de las razones ahogadas,
por la propia realidad de esa pretensión
que siendo cierta en su orfandad,
mantenía de amor mi necesidad colmada.

Joseán, enero 2010.

1 comentario:

  1. Bonito y emotivo poema amigo Josean. Se nota que tu pluma la ha guiado tu corazón, pues tus versos llenos de sentimientos, llaman a la esperanza para seguir viviendo... a pesar de todo

    Un abrazo: Antonio

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