domingo, 15 de noviembre de 2009

La muerte de nádie.

En los lejanos albores
de un frió nacimiento,
fue su cama cemento
de espinosos clamores
empapados en lamentos.

Su sangre al viento
canto en voz muda,
atrapada por una locura
carente de sentimiento
y evadida de la duda.

Y al besar la ahorcadura
lloró ante la muerte
con lagrima fuerte,
por sentir la amargura
de su mala suerte.

Vivió con alma inerte
en un mundo sin vida,
donde no encontró medida
para urgir de luz su mente
y la muerte fue su salida.

Cesó con la esperanza partida
de su sustancia abofeteada,
por un alma maltratada
que siendo negra y podrida
de cielo e infierno fue apartada.

Y en su existencia anulada
entre paredes paridas
encontró su salida,
cuando en cuchillo escapaba
de ser nadie ni nada.

Josean.


John Allen Muhamma, murió por inyección letal el 11 de noviembre de 2009 en Virginia.

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