miércoles, 14 de octubre de 2009

Para Magdalena.



En luces de algodón color de fresa
envuelta te ves niña pequeña,
de recuerdos de infancia
que en desenlace incierto,
entierran el amor
de ese corazón que crees muerto.

Por que entre llantos de alcohol y miradas falsas,
ponen precio a tus caricias
en obligación de amor sin alma
y besos sin sonrisa.

De hombres sin sombra ni calma,
que esperan convertirte en sueño de extraviados anhelos,
para solo añadir a sus sufridas almas,
nuevas tristezas y desesperos.

Pero tu eres madre, eres vida,
no llores más Magdalena mía,
que el amor, para ti también llega
y ha de curar tu herida.

Con sentimientos de patria y familia
que forjan los pilares de tu existencia,
para sofocar el dolor
de esta mala experiencia.

Eras fuente de vida y amor
antes de que existieras,
no llores más mi Magdalena,
no tengas pena niña pequeña,
deja vivir tu corazón,
que para ti el amor también llega.

Josean, octubre 2009.

1 comentario:

  1. Bellas letras llenas de una humanidad que estremece,
    es verdad, aunque muchas de la vida se extravien,
    no somos quien para dar justicia,
    se tiene que llenar el corazón, de amor,
    de comprensión, y de muchas sonrisas,
    un placer leerte
    y dejar en ellas, mi huella
    Dios te bendiga siempre
    SALINA

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